Se trata principalmente de una sucesión de manchas o digitaciones realizadas en el interior de pequeños hundimientos situados en el frontal de una especie de hornacina con repisa de origen natural, que podría haberse utilizado como altar para algún tipo de ritual, sirviendo dichas pinturas como ornamento.
Aparte, se encuentran otras manchas o restos de alguna figura altamente indefinida.
El conjunto se localiza en el llamado Poyo del Gallego.